CAPITULO 4.
SISTEMAS DE ADMINISTRACION DE OXIGENO EN EL PACIENTE CARDIOPATA.
La
oxigenoterapia se utiliza con el fin de satisfacer las necesidades de oxígeno a
los tejidos de un individuo que presente alguna complicación
cardiorrespiratoria, teniendo como objetivo disminuir la hipoxemia y a su vez
mejorando la hipoxia tisular (1) . Para tal fin se
dispone de diversos sistemas de administración oxigeno los cuales son:
v
Sistemas
de bajo flujo: los cuales se caracterizan por no administrar una fracción
inspirada de oxigeno (FiO2) confiable, este sistema va a depender del “flujo de
oxígeno, patrón respiratorio y características anatómicas del paciente” (1) . Dentro de estos
sistemas se encuentran la cánula nasal, mascara simple, mascara sin reservorio
y con reservorio (1) .
v
Sistemas de alto flujo: Este sistema se
caracteriza por proporcionar una FIO2 confiable o conocida el oxígeno será
administrado a través de marcaras tipo Venturi (1) .
Así
mismo, Berty en su publicación del año 2016 menciona que uno de los tratamiento
efectivos en el la insuficiencia cardiaca es la administración de oxígeno al
50%, mediante mascarara tipo Venturi o mascara con reservorio en
concentraciones mayores esto en saturación arterial menor al 90% este método
debe ser utilizado en pacientes con hipoxia (2) .
Por
otra parte, Burgari indica la necesidad del suministro de oxígeno para la
prevención de hipoxia e hipoxemia, dado que la disminución de este en sangre y
a su vez la insuficiencia en la perfusión tisular nos puede llevar a una
disfunción sistémica y más aun con presencia de una cardiopatía, se encuentra
la necesidad de administrar como medio terapéutico y diversos interfaces el Oxigeno
requerido por el paciente (3) .
Por
consiguiente, saber cómo pautar los factores para la administración de oxigeno
teniendo en cuenta la edad, antecedentes aparte de las enfermedades cardiacas
las cuales padezca, observar el esfuerzo respiratorio del paciente por medio de
la frecuencia respiratoria, tirajes, pulso paradójico, la dificultad para
hablar, incoordinación toracoabdominal, etc., estado mental y demás criterios a
tener en cuenta al momento se suministrar oxigenoterapia (3) .
En
efecto referencia Paolassio que el colegio americano de cardiología y la
asociación americana del corazón recomienda el uso de oxigeno (clase II a,
nivel de videncia c) para todos los pacientes con infarto no complicado
necesario en las primeras 6 horas después de la presentación, teniendo en
cuenta 2 perspectivas “La racionalidad para el
uso de oxígeno está basada en 2 asunciones: 1. Que el incremento de la tensión
arterial de oxígeno disminuye la injuria aguda y eventualmente el área del
infarto; y 2. Que algunos pacientes con infarto sin complicaciones tienen
hipoxemia debido a retención pulmonar de fluidos y a una alteración en la relación
ventilación / perfusión” (4) .
4.1 Nuevos sistemas de administración de oxígeno en
pacientes cardiópatas
No
obstante, en la actualidad se cuenta con diferentes modos ventilatorios los cuales
proporcionan diferentes ventajas; en el mercado nuevos dispositivos
respiratorios posibilitan su utilización y adicionalmente este tipo de equipos
permiten humidificar calentar flujos de aire que se administran por medio de
cánulas nasales con humidificador-calentador (AFHC), la cual permite el uso de
flujos mayores hasta 60 L/min (5) . Los efectos
positivos que causa la AFHC de alto flujo en el paciente con condiciones
deletéreas son: mejorar la disnea e hipoxia refractaria, ayuda a mejorar el
trabajo respiratorio, adicional a esto el sistema posea humidificación y
calentamiento activo lo cual permite el aclaramiento bronquial, ayudando a
aliviar la sensación de disnea, además ayuda a prevenir complicaciones como la
atelectasia, manejando los procesos de hiperreactividad bronquial (5) .
Adicional
a esto Parker y colaboradores en su estudio publicado en el año 2013 realizado
a 340 sujetos con postoperatorio cardiaco sometidos a circulación
extracorpórea; donde 169 pacientes luego de ser extubados fueron asignados a
cánula de alto flujo y 171 con la atención habitual, dichos autores llegaron a
la conclusión que “el uso rutinario de la cánula nasal de alto flujo no se
asoció a un amento en la oxigenación postoperatorio en comparación con la
terapia habitual” (6) .
Por otro lado Marques y colaboradores en su estudio
publicado en la revista brasileña de cirugía cardiovascular indican que el
BIPAP es una buena alternativa para el paciente sometido a revascularización
miocárdica ya que este modo facilitando la mejora de la función pulmonar de una
manera más eficaz y con ello favoreciendo la capacidad vital pulmonar; de esta
manera evitando posibles complicaciones después del procedimiento, adicional a
esto informan que este modo ventilatorio ayuda al sujeto a disminuir la
sensación de dolor durante la terapia respiratoria (7) .
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